Liderazgo con una mente entrenada.

En esta ocasión me referiré a la importancia de pensar y actuar con una mente entrenada, para eso me gustaría compartirles una poderosa historia china, la cual nos deja una gran enseñanza.
Luego citaré algunas líneas del libro La senda del Líder, en donde el Dalai Lama nos da su opinión al respecto.

Pelear con el tigre.

Confucio tenía numerosos discípulos; entre ellos había dos muy especiales: Zi Lu y Yan Yuan. Zi lu era un joven de gran fortaleza física; Yan Yuan era un estudiante esmerado, que provenía de un hogar muy humilde.
Cierta vez, Confucio alabó efusivamente a Yan Yuan por algo que éste había hecho. Zi Lu sintió que el gran maestro no apreciaba suficientemente sus virtudes. Sus celos e inseguridad le hicieron perder la perspectiva de su propia fortaleza. Guiado por estos sentimientos, pidió hablar con Confucio. “Maestro he seguido con atención tu conversación con Yan Yuan y he notado con tristeza que no nos tratas a todos de igual manera”.
Y después, esperando que el maestro reconociera su superioridad para la lucha, le preguntó: “si tuvieras que formar un ejercito, ¿a quien reclutarías? ” . Zi lu estaba convencido de que la respuesta del maestro no podía ser otra que señalarlo a él como el candidato ideal. Pero Confucio le respondió: “No reclutaré a quienes sean capaces de pelear con un tigre sin armas o cruzar el río sin un barco. Elegiré a los que puedan mantener su mente clara ante los conflictos, a quienes no se dejen llevar por sus emociones, sepan cuándo escuchar y cuándo actuar: ésos desempeñarán eficazmente cualquier tarea”.

Por otro lado el Dalai Lama sostiene que si un individuo con el potencial correcto aprende a pensar y actuar con una mente entrenada, su actuación mejorará enormemente.
Confucio nos enseña que aquellas personas que logren mantener su mente clara ante los conflictos lograrán desempeñar eficazmente cualquier tarea, esta enseñanza es de vital importancia para un líder, ya que éste se encuentra permanentemente resolviendo problemas, todos aquellos conflictos que las personas no pueden resolver van a parar al líder. Es por ese motivo que como afirma el Dalai Lama, un líder debe desarrollar la capacidad de hacerse cargo de las inevitables subidas y bajadas, y mantener una mente tranquila, serena y concentrada en todas las circunstancias, incluso las adversas.
Las enseñanzas budistas nos guían sobre cómo buscar la mejor manera de afrontar los problemas, una de ellas se refiere a ocho conceptos universales, que no son más que estados o situaciones por los que todos pasamos, éstos son: crítica y elogio, fracaso y éxito, ganar dinero y perder dinero, ser famoso y no recibir ningún reconocimiento.

En ésta ocasión abordaremos la del fracaso y el éxito.

Sentirse deprimido cuando se experimenta el fracaso es tan natural como sentirse feliz cuando se tiene éxito. Sin embargo, el Dalai Lama cree que estar deprimido es una emoción negativa, la cual, en lugar de incrementar la energía propia para solucionar un problema, lo deja a uno con menos energía. Por lo tanto una persona con una mente entrenada analizará si el fracaso se debe a errores o circunstancias externas. Si se diagnostica como una equivocación, ¿puede aprenderse algo de ello para evitar fracasos similares en el futuro? Sentirse entusiasmado por el éxito no solo NO tiene la consecuencia negativa de disminuir la energía, sino que, además incrementa la energía positiva. El peligro reside en creer que el éxito se debió por completo a su propia brillantez, y que el éxito de los futuros actos está, por lo tanto, garantizado.
Cada resultado afortunado es consecuencia de muchas causas que intervienen. La decisión que tomó la persona afortunada pudo haber sido solo una de ellas. Es importante reflexionar acerca de las contribuciones aportadas por otras personas y las restantes circunstancias que han propiciado el éxito. Y, por supuesto, la idea de que alguien alcanzará el éxito en todo cuanto haga es peligrosa, porque puede conducir a la arrogancia y al falso orgullo.

De esta forma vemos cómo un líder con una mente entrenada debería encarar situaciones de éxito y fracaso, pienso particularmente que se debe tener una visión holística de la realidad.
Muchas veces nuestros fracasos se deben a cambios en variables o causas externas, las cuales no contemplábamos o pensamos permanecerían constantes (es decir sin cambios), es necesario permanecer sereno para analizar profundamente cómo en realidad han sucedido los hechos, qué es lo que hay detrás de ellos, qué implicancias tienen los cambios. Ver más allá de la punta del iceberg.
Si por otro lado la propia equivocación es la que llevó al fracaso, éste es el mejor momento para aprender de uno mismo. Está claro que a nadie le gusta equivocarse y mucho menos fracasar, muchas veces ante esta situación (de insatisfacción) no hacemos más que seguir centrados en el problema, esto nos hace perder tiempo (y en este caso estoy de acuerdo con el Dalai Lama, también nos consume energía), creo que lo mejor en dicho momento, es cambiar de actitud, tranquilizarse y pensar en forma positiva. Luego, una vez que nuestro estado de ánimo ha cambiado y pensamos positivamente, el siguiente paso es abrirle la puerta a la creatividad para buscar nuevas soluciones, para romper con el anterior modo de hacer las cosas. Esto implica un aprendizaje constante y un modo de actuar diferente, que rompe con todas las barreras que nos auto imponemos. Si me equivoco, me enfoco en la solución, no en el problema. Pensar en el problema nos bloquea, es como un laberinto sin salida. Pensar en la solución, nos abre nuevas posibilidades, ahorra valioso tiempo y llena de energía para alcanzar nuestros objetivos.


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